jueves, 14 de agosto de 2008

BRASIL EN JUEGOS OLÍMPICOS: Gigante de pies pequeños

(El nadador brasileño César Cielo Filho ganó medalla de bronce en los 100 metros libres en Beijing 2008 y promete ir por más en la especialidad de una sola piscina: los cincuenta metros)


Por Mario Osava


RÍO DE JANEIRO, 8 ago (Agencia IPS) - La presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Beijing refleja la importancia que le atribuye Brasil a los XXIX Juegos Olímpicos, a los cuales envió 277 atletas que constituyen la mayor delegación de su historia y también esta vez de América Latina.

La expectativa en los juegos que se inauguran oficialmente este viernes es conquistar más medallas que en ocasiones anteriores, para superar una larga etapa histórica en que el país dependió de héroes solitarios y de generaciones excepcionales en deportes colectivos para poder tener representantes en el podio de los triunfadores.

De las 76 medallas obtenidas por Brasil a lo largo de los juegos olímpicos modernos, 37 fueron conquistadas en las tres últimas ediciones, que fue cuando el país registró un salto de calidad y de cantidad en sus participaciones.

De cualquier modo, la diferencia sigue siendo enorme respecto de Cuba, el mejor representante latinoamericano en estas competencias globales desde los años 70.

Cuba ya acumula 172 preseas, 66 de ellas de oro contra sólo 17 de este tipo de Brasil, lo cual muestra cuán decisiva es una política oficial de apoyo a los deportes….

Brasil tiene 188 millones de habitantes, 17 veces más que Cuba, y cuenta con una economía más aventajada aún.

Hasta 1992, Brasil dependía de algunos talentos individuales en atletismo, natación, vela y otras disciplinas para ganar pocas medallas. Fue el caso de Adhemar Ferreira da Silva, un héroe nacional por haber logrado medallas de oro en salto triple en 1952 y en 1956, las únicas del país en esas dos instancias.

Además inauguró una tradición brasileña de tener buenos atletas en salto triple. Nelson Prudencio obtuvo una medalla de plata en 1968 en esa especialidad en los juegos de 1968 en México, João de Oliveira logró una de bronce en 1976 en Montreal y otra igual en 1980 en Moscú. Actualmente Jadel Gregorio es una de las esperanzas de podio en Beijing.

El desempeño brasileño mejoró gracias a políticas iniciadas en los años 90, que culminaron con la creación del Ministerio de Deportes en 2003. Pero todo es "aún incipiente" y con grandes desequilibrios de gestión y resultados entre las modalidades, según Sergio Sartori, presidente de la Asociación de Profesores de Educación Física de Río de Janeiro (APEF-RJ).

Algunas diferencias de tratamiento son escandalosas. La Confederación Brasileña de Voleibol, por ejemplo, anunció antes de llegar a Beijing un premio de 4,7 millones de reales (tres millones de dólares) para el equipo masculino, pero sólo si gana la medalla dorada. Mientras que para las mujeres no habrá nada por más triunfos que logren. "No fue negociado", justificó la dirigencia.

El voleibol, tanto de gimnasio como de playa, alimenta las mayores esperanzas de los brasileños en los juegos que se inauguran este viernes en Beijing, además de judo, atletismo y vela, los tres deportes que más medallas dieron al país en la historia olímpica.

Pero el oro más anhelado desde hace mucho por los brasileños es en la competencia de fútbol masculino, pues es el único título internacional que aún no ha podido conquistado esta disciplina.

El fútbol femenino conquistó la presea de plata en 2004 en Atenas, pero ese triunfo no alcanzó para obtener el suficiente apoyo oficial, ni siquiera un campeonato local regular para estimular su práctica. Marta Vieira da Silva, elegida la mejor jugadora del mundo en los dos últimos años, actúa profesionalmente en Suecia.

Sin embargo, Brasil cambió su cultura deportiva en las últimas décadas, valorizando la práctica como factor de salud, de educación, ciudadanía e inclusión social, y no sólo como espectáculo y conquista de medallas, lo cual hace prever un futuro de mejores resultados en las competencias internacionales, sostuvo Sartori ante IPS.

Se realizaron esfuerzos en la educación física a nivel escolar y se ampliaron mecanismos para estimular a jóvenes con talento.

La llamada beca-atleta, creada por el Ministerio de Deportes en 2005, ya había beneficiado a 1.800 deportistas hasta el año pasado, ofreciéndoles asistencias mensuales de 300 a 2.500 reales (188 a 1.570 dólares), variando según su nivel, desde estudiante a competidor olímpico.

También se contrataron profesores cubanos, dentro de una política de incremento del deporte de alto rendimiento. Y en algunos casos se facilita el entrenamiento en países ricos o de fuerte desarrollo en algunas modalidades.

La Ley de Incentivo al Deporte, aprobada en 2006, fomenta el patrocinio y donaciones privadas a atletas, equipos y proyectos deportivos, con exenciones impositivas. Los pocos deportistas famosos que existen cuentan también con recursos de la publicidad.

A pesar de esos avances, todavía falta más apoyo permanente a la "formación de base", de adolescentes que, aunque se haya comprobado su talento, no pueden dedicarse al deporte porque tienen que "aportar ingresos a su familia" y por ello buscan trabajo precozmente, generando "una grieta" por donde se pierden muchos talentos en Brasil, diagnosticó Sartori.

Se trata de una mayoría pobre, la más propensa para la práctica de deportes de competición, debido a la falta de alternativas de recreación y ascenso profesional, como puede ser seguir una carrera universitaria.

Brasil tendría que superar esas deficiencias en su política de deportes si quiere mejorar su clasificación en los Juegos Olímpicos, que hoy se ha constituido en "un negocio, un espectáculo de mercadeo", que produce la tentación de sobrepasar la condición humana con el dopaje, lamentó este profesor de educación física hace 22 años.

Los brasileños tienen una relación propia con los deportes, sobrevaluando los de equipo, pero ya superó la etapa del "monocultivo" del fútbol, pasando a acompañar y practicar una "pluralidad" más democrática y ampliadora de la cultura, celebró Sartori. Los Juegos Olímpicos constituyen un importante estímulo a esa tendencia, concluyó.

En Beijing, Brasil compite en 32 modalidades con ídolos y esperanzas de preseas en gimnasia artística, natación, hipismo y taekwondo, por ejemplo, además de los deportes en que ya se destaca como fútbol, basquetbol, entre otros. (FIN/2008)

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