lunes, 8 de octubre de 2007

Ana Fidelia Quirot: LA CARRERA IMPOSIBLE


Reinaldo Cedeño Pineda

La madera cruje, parece ceder. El balance y la pantalla se han convertido en un estadio. La ansiedad es un puñetazo que se descarga en la madera. No es Ana Fidelia quien corre de este lado...
Ella nunca apareció en titulares, está corriendo por primera vez. Estuvo al borde de la muerte. Terribles quemaduras casi le quitan la vida. Dicen que un niño, asomado tras las cercas y los cristales, no vio las vendas, le miró a los ojos…
El balance es un bote que navega hasta Ponce. Juegos Centroamericanos y del Caribe. 1993 es un año duro. Ana Fidelia Quirot, de la medalla al dolor. Un accidente en su hogar, quemaduras, graves quemaduras en sus músculos de campeona. Su hija en gestación muere....
Cuba naufraga entre el bisturí y los algodones…
Ponce. Final de los 800 metros planos. De este lado hay un grito... Ella volvió a nacer entre las aulas, su brazo herido frente a la pizarra... Fidelia avanza, el cuello inmóvil, los brazos de campeona apenas se le mueven. Avanza sujetándose del aire.... La madera cruje...
Ella quiere prestarle sus manos....
La surinamesa Leticia Vriesde es la campeona centroamericana. Ana Fidelia Quirot llega segunda... con su medalla de diamante. Las cámaras corren. El mundo se ha detenido un instante.
Ella se aprieta a la madera... Ella es mi madre. Ya no puede mirar la pantalla....

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